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Viernes 24de mayo de 2013 l Heraldo de Aragón
De 2011
a 2012 aumentaron un 5,1% las infracciones penalizadas por la DGA; más del
triple de pesca que de caza
La
falta de licencia o permisos para cotos es una de las causas principales para
abrir expedientes e incautar material
ZARAGOZA. «Dicho de
una persona: que caza, pesca o hace leña en finca ajena, a hurto de su dueño».
La definición de furtivo que hace la RAE permite una amplia acepción de las
numerosas infracciones cometidas en caza y pesca, que en los últimos años se han
incrementado en un5,1%enAragón.
La
casuística, no obstante, varía mucho, y va desde los casos más graves de robo
en piscifactorías –recientemente hubo uno en Albarracín– o la muerte y aprehensión
de animales sin permiso en reservas o cotos –a veces para hacer contrabando
con los codiciados y cotizados trofeos de caza mayor–,hasta, en el otro extremo,
casos más rayanos con la picaresca. Estos últimos son especial-mente
frecuentes en la pesca, actividad que registra más del triple de infracciones
que la caza.
En ese
apartado se computarían infracciones leves como pescar con artes, medios o cebos
no autorizados, o usar más cebos, artes
o útiles
de los permitidos, por ejemplo más de dos cañas al alcance de la mano en aguas
ciprinícolas o más de una en aguas declaradas habitadas por la trucha (salvo
en tramos de pesca intensiva, donde se permiten hasta dos). O también
descuidos menores como no llevar chalecos reflectantes en batidas de caza.
De 300 a 3.000 euros
En cambio, otra de las infracciones
más frecuentes, tanto en pesca como en caza, es la falta de licencia o de
permiso del coto. En este caso, se trata de una falta grave, sancionada
normalmente con 300 euros, aunque puede llegar hasta 3.000 si concurren circunstancias
agravantes.
La gran
mayoría de las infracciones detectadas por agentes de protección de la
naturaleza, guardias civiles del seprona o guardas de cotos –810de un total de
1.497 el año pasado– son de pesca y de la provincia de Zaragoza.
Norberto Royo, presidente de la Federación Aragonesa
de Pesca y Cásting (Fapyc), explica que se producen sobre todo en el embalse
de Caspe, «al que acude mucha gente sin ningún tipo de licencia», y apunta que
en el coto de Ribarroja, al tener guardería propia, siempre hay una alta tasa
de denuncias. En cambio, relativiza el descenso de expedientes en Teruel, que
atribuye a una vigilancia menor por problemas económicos y también a que hay
menos kilómetros de riberas.
Mayor extensión y más gente
Del mismo modo, aunque a la in-versa,
Fernando Tello, presidente de la Federación Aragonesa de Caza, explica que la
única provincia donde aumentan las infracciones sea la de Zaragoza y que su
término municipal sea la zona con más denuncias. «Aparte de que es un término
muy grande, hay mucha más gente y por tanto hay más infracciones de caza,
igual que de tráfico o de cualquier otra cosa. Es lógico», afirma.
Tello destaca que «las
infracciones de caza van a menos», e insiste en diferenciar los casos graves
como cazar en vedados, sin permisos o especies en época de reproducción, de
otros leves como llegar a una zona de seguridad con el arma cargada.
Por su parte, el director
general de Medio Natural, Pablo Munilla, se congratula del aumento de denuncias,
que –dice– «demuestra que la guardería funciona, lo que es muy positivo, al igual
que la colaboración de la Guardia Civil.
Otra cosa, puntualiza
Munilla, es que luego muchas denuncias topan con personas insolventes, «y eso
es más difícil solventarlo». Aunque también queda una amplia colección de
material decomisado, sobre todo de pesca, que, si no es recogido en plazo,
puede ser subastado de no ser cedido para escuelas federativas.
JAVIER BENITO
1 comentario:
... "sobre todo de pesca, que, si no es recogido en plazo, puede ser subastado de no ser cedido para escuelas federativas"
Pero qué es esto???
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