Considerada como una de las especies exóticas invasoras más problemática para nuestra biodiversidad, el hallazgo de este mapache atropellado hace necesario recordar que nunca debemos liberar mascotas al medio natural
Un ejemplar de mapache
fue localizado muerto en la carretera N-232 por el personal de
mantenimiento de carreteras, muy cerca del casco urbano de Quinto de
Ebro (Zaragoza). Comunicada la localización a los Agentes de Protección
de la Naturaleza (APN), éstos lo trasladaron al Centro de Recuperación
de Fauna Silvestre del Gobierno de Aragón.
Los veterinarios del centro constataron que se trataba de un macho adulto de mapache (Procyon lotor),
y diagnosticaron que la causa de la muerte del animal fue un
politraumatismo atribuible a un atropello. Tras el estudio de su aparato
digestivo, también se concluyó que posiblemente hacía tiempo que vivía
en libertad, ya que se encontraron restos de cangrejos rojos, anfibios,
pequeños pájaros, insectos y algún fruto.
Tras este hallazgo, el
Gobierno de Aragón ha implementado un protocolo de seguimiento intenso
en la zona para comprobar la posible existencia de más ejemplares que
pudiesen estar establecidos en el medio natural.
El mapache, una mascota que puede convertirse en un grave problema
La introducción del mapache en nuestro país es
consecuencia de escapes o de la liberación intencionada de ejemplares
que se mantenían como mascotas. Los cachorros de esta especie son
particularmente “simpáticos” y “adorables”, pero, una vez se hacen
adultos, se convierten en animales problemáticos y particularmente
agresivos. Es considerado como una de las 100 especies exóticas más
problemáticas de Europa (programa DAISIE;
http://www.europe-aliens.org/).
De hecho, el mapache
reúne prácticamente todas las características que definen los efectos
negativos de la proliferación de especies exóticas invasoras. Es muy
peligroso para la biodiversidad autóctona, porque provoca la
desaparición de especies locales, al desplazarlas por competencia
directa en el caso de pequeños y medianos carnívoros, o por predación
directa sobre aves, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos. Afecta a la
salud porque es transmisor potencial de enfermedades que pueden afectar
a la fauna silvestre y doméstica, e incluso, indirectamente, al hombre.
Y provoca daños económicos si sus poblaciones proliferan, porque puede
afectar a cultivos y a explotaciones ganaderas de pequeños animales.
En España, y pese a los
controles y vigilancia realizados por las administraciones, ya se
encuentran en el medio natural algunas poblaciones de mapache totalmente
establecidas y en expansión, siendo la más preocupante la de los
alrededores de Madrid. En Aragón no se ha descrito ninguna población en
el medio natural, pese a que desde el año 2010 existen algunas citas
esporádicas.
La posesión de los mapaches está regulada en toda España
El mapache se encuentra
incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas, lo que conlleva la
prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio,
así como la prohibición de su introducción en el medio natural. Solo en
el caso de particulares que los hayan adquirido antes de su inclusión en
el Catálogo (el 4 de agosto de 2013), estos podrán mantener su
posesión, si bien deberán informar de la misma a la Administración
autonómica competente.
Una reciente
modificación del Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras ha
prolongado hasta el 1 de enero de 2022 el plazo para poder comunicar la
posesión de mascotas como el mapache u otras incluidas en el citado
catálogo. En el caso de Aragón, esta comunicación se puede realizar a
través de www.aragon.es y www.invasara.es,
página especializada del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio
Ambiente y que contiene información específica sobre esta y otras
especies exóticas invasoras.
Recordar que la introducción de especies exóticas en
el medio natural es un delito tipificado en el Código Penal,
precisamente debido a los daños que estas especies pueden llegar a
provocar. Por ello, nunca deben liberarse mascotas exóticas a la
naturaleza. Si por alguna razón no pueden ser atendidas, deben ser
entregadas a un centro de recepción, como los centros de protección
animal de las Diputaciones Provinciales o del Ayuntamiento de Zaragoza.
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