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Los ganaderos afectados aseguran que el rebaño, que pasta en los montes del valle de Hecho, estaba protegido por mastines.
Algunos de los perros que guardan el rebaño atacado.HeraldoLos ganados que pastan en el Pirineo accidental, en los valles de Ansó y Hecho, han vuelto a sufrir un ataque de oso, según han denunciado los afectados y ha confirmado el Gobierno de Aragón. El incidente ocurrió la noche del lunes al martes en el puerto de El Barcal y Punta Segarra, en Hecho, donde se concentran más de 2.000 ovejas de cuatro explotaciones de ovino.
El nuevo ataque se produce tras las críticas del sector del ovino de la zona, que lamenta las continuas incursiones de la especie salvaje este verano. El Gobierno de Aragón ha confirmado en lo que va de año 11 incidentes (los ganaderos hablan de más) y asegura que se ha reunido con el colectivo en varias ocasiones para reforzar las medidas de prevención.
Esta vez los perjudicados son cuatro ganaderos que reúnen a sus reses en los pastos de verano de Hecho entre julio y octubre, Domingo y José Ángel Laplaza, José Domingo Clemente y Bruno Borruel. Según el primero, el oso mató a tres ovejas e hirió de muerte a otras tantas. "No se salvarán", asegura Domingo Laplaza, ya que los zarpazos del animal provocaron heridas letales. "Una tenía el pecho abierto, otra las tripas fuera y otra la espalda arrancada".
Según ha explicado, las ovejas estaban guardadas por los perros, entre ellos seis mastines. Aunque algunos días las encierran, otros están sueltas. Los pastores acuden por el día y se quedan algunas noches pero otras las dejan al cuidado de los perros. "Llevan GPS y esta noche pasada ya detectamos que hacían movimientos raros. Cuando hemos subido para ver qué pasaba, todavía sin luz, con niebla y lloviendo, estaba el ganado desperdigado. Hemos estado cinco hombres buscando a las reses", detalla aún disgustado por el incidente.
Se ha dado parte a los Agentes de Protección de la Naturaleza, que detectaron el rastro del animal salvaje. El departamento de Medio Ambiente habla de dos ovejas muertas y cuatro heridas en esta incursión.
No es el primer incidente que sufre este rebaño. "El primer día que llegamos, el 7 de julio, ya nos mató una. Y llevamos ocho muertas", asegura Laplaza, el único ganadero que queda en la localidad de Siresa. Dice que de seguir así no habrá relevo.
Según él, no se trata de un único ejemplar de oso sino que al menos rondan dos. "Han puesto cámaras cerca del rebaño y han visto dos osos distintos". Lo peor, concluye, "es que tememos que vuelva a pasar".
El Gobierno tiene constancia de la presencia de una osa, dos oseznos y otro macho en Ansó. La hembra sería Claverina y las crías (ahora ya subadultos), dos de los tres hijos de Sorita, nacidos en 2021. Fueron liberadas por Francia en su territorio pero pasaron a Aragón.
El director general del Medio Natural, Alfonso Calvo, aseguró la semana pasada que ha mantenido ya tres reuniones con los ganaderos y con el Ayuntamiento de Ansó para potenciar las medidas preventivas, que son complementarias a las ayudas convocadas cada año por la consejería de Agricultura y Ganadería para zonas con presencia del oso y el lobo y a las de la PAC.
Las acciones anunciadas pasan por apoyar la compra de mastines, la limpieza de las pistas forestales para acceder más fácilmente a los pastos de verano en los puertos de montaña o las quemas controladas de matorral en la zona donde se embosca el oso. Además se ha adquirido un vallado doble electrificado para proteger al rebaño, con una inversión de 15.000 euros.
Calvo descartó la retirada de los ejemplares de la especie protegida, como piden de forma reiterada los ganaderos, porque, dijo, “al oso no lo podemos sacar de allí, lo que hay que hacer es ponérselo difícil para que no ataque a los rebaños”