El Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio
Ambiente ha actuado durante este año en distintos puntos de la geografía
aragonesa
Muchas de las especies con las que se ha trabajado
están incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas (Real
Decreto 630/2013)
Recientemente,
el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha concluido
una campaña de eliminación de flora exótica invasora, que ha llevado a
cabo a lo largo de este año en distintos puntos de la Comunidad
Autónoma. Muchas de las especies con las que se ha trabajado están
incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas (Real Decreto
630/2013), norma que prohíbe el uso y comercialización de las mismas y
prioriza actuaciones de prevención, contención y control-eliminación.
Durante
el 2019, las acciones se han enfocado principalmente en hacer un repaso
de las áreas donde ya se había trabajado en años anteriores, ya que los
métodos de eliminación utilizados en ningún caso son definitivos, bien
por los posibles rebrotes o bien por el importante legado de semillas
que han dejado estas plantas en su camino. Este es el caso del lilo de
verano o arbusto de las mariposas (Buddleja davidii), cuyos
trabajos se han realizado en tramos de río de varias localidades:
Aragüés del Puerto, Jasa, Villanúa, Jaca, Araguás del Solano, Aínsa,
Escalona, Bielsa, Castejón de Sos y Benasque, en la provincia de Huesca y
en la localidad de Los Fayos, en la provincia de Zaragoza. Además, se
han eliminado ejemplares plantados en ajardinamientos que constituyen
los focos iniciales, destacando la buena disposición de los
Ayuntamientos de la Val d’Echo, Sallent de Gállego, Panticosa y Broto.
En total se han eliminado más de 1800 ejemplares.
El esfuerzo también ha sido dirigido a otras especies como la hierba de la Pampa (Cortaderia selloana),
cuya población de Sariñena se creía controlada, y sin embargo ha vuelto
a proliferar principalmente en el entorno de la Laguna y en el río
Flumen. La población de esta especie en la ribera del río Cinca, en
Monzón, ha logrado controlarse. Sin embargo, se está extendiendo de
nuevo por laderas cercanas. En total se han intervenido unas 8 ha en las
que es muy importante el control sostenido en el tiempo para evitar una
problemática mayor.
Existen casos como las poblaciones de hierba de la Pampa en la Cornisa Cantábrica o el jacinto de agua (Eichhornia crassipes),
en el río Guadiana, que conllevan grandes costes económicos, como
consecuencia de las extensas áreas ya invadidas. La hierba de la Pampa
dificulta el pastoreo entre otros problemas y el jacinto de agua
obstruye captaciones de agua, drenajes y dificulta la circulación de
agua hasta el punto que se han invertido millones de euros en su
control. La proliferación de algunas de estas especies exóticas
invasoras conlleva además riesgos para la salud (toxicidad, aumento de
alergias, presencia de espinas, urticarias, proliferación de poblaciones
de mosquitos, etc.).
Los bosques fluviales, los más afectados
Los
bosques fluviales o sotos son lugares idóneos para la presencia de
especies foráneas debido a las condiciones de elevada humedad y
temperaturas suaves, proliferando algunas de las especies arbóreas que
han sido más utilizadas en jardinería, como el ailanto (Ailanthus altissima), falsa acacia (Robinia pseudoacacia), acacia de tres espinas (Gleditsia triacanthos) y arce negundo (Acer negundo).
En las actuaciones llevadas a cabo durante este año por el Gobierno de
Aragón también se ha realizado un repaso del control de estas especies
en los sotos del río Cinca en Monzón (Soto de Pinzana) y el soto de
Cantalobos en Zaragoza. Se han eliminado algo más de 200 ejemplares de
estas especies, mediante combinación de métodos físicos y químicos, y
alrededor de 500 ejemplares recién brotados de semilla mediante arranque
manual.
La chumbera, una especie muy tediosa
Desde
el año 2014, en las localidades de Andorra y Mas de las Matas, ambas en
la provincia de Teruel, se viene controlando una especie de cactus o
más bien de chumbera (Cylindropuntia rosea), cuyo control
resulta complicado debido a sus espinas. La presencia de esta especie
dificulta el pastoreo en las zonas invadidas: los animales se hieren con
las fuertes espinas al pasar o intentar comer sus frutos. Igual de
peligrosa resulta para los humanos, produciendo dolorosas punciones
cuando se manipula o bien se transita por los lugares invadidos, así
como para los herbívoros salvajes o los perros. En esta campaña se han
eliminado alrededor de 500 ejemplares que se suman a los eliminados por
parte de particulares y Agentes de Protección para la Naturaleza que
colaboran activamente en eliminarla.
Importancia del control sostenido y la colaboración entre Administraciones y la ciudadanía
El
Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio ambiente considera
prioritario eliminar todos los focos presentes. Para lograrlo, es
necesaria la colaboración de Ayuntamientos y propietarios que posean en
sus localidades y/o propiedades ajardinamientos con especies exóticas
con alto potencial invasor, como las nombradas en esta información, así
como todas aquellas contempladas en el Catálogo Español de Especies
Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013).
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