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Se desconocen las causas de la muerte de las aves, que fueron halladas por los APN y técnicos de la DGA gracias a emisores de GPS
Ésera y Génova son los otros dos quebrantahuesos que, junto a Luisa, han muerto recientemente en el Alto Aragón. En el caso de Ésera, ejemplar hembra de 11 años de edad, fue hallada sin vida el pasado sábado en el valle de Aísa, mientras que Génova -hembra de 10 años- fue encontrada el lunes en el valle de Escuaín, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, también fallecida.
Según han informado desde la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), entidad que ha avanzado los detalles que se desconocían sobre estos otros fallecimientos, actualmente se están llevando a cabo las necropsias en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca. La asociación ha comentado en nota de prensa que solicitará al Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente los resultados de la necropsia para conocer las causas de las muertes.
Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) y técnicos del Gobierno de Aragón fueron, en ambos casos, quienes detectaron los dos ejemplares muertos “gracias a que portaban un emisor GPS”.
Tal y como han informado desde la FCQ, las dos aves fueron trasladadas por la DGA al Maestrazgo de Teruel -Ésera en 2018 y Génova en 2020-, aunque regresaron al Pirineo. También señalan que la primera de ellas fue marcada por el Gobierno de Aragón en 2017 y la segunda, en 2018.
Sobre la quebrantahuesos Luisa, que contaba con 11 años, fue hallada el pasado lunes por un ciclista con una herida en el ala, perdiendo la vida finalmente este miércoles en las instalaciones de La Alfranca, a donde fue trasladada desde Arguis. Comentaban entonces desde la FCQ que todo parecía apuntar a que el animal había chocado contra un tendido eléctrico.
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