J. B. |
A Félix Rodríguez de la Fuente, que descubrió características diferenciales de esta especie protegida, le hubiera encantado contarlo. De hecho, fue quien grabó las primeras imágenes de esta especie en los años 70 y, además, las tomó en San Juan de la Peña, según Juan Antonio Gil, de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.
"Porque tiene pico que si no, le hubiéramos visto la sonrisa", resume Javier Barrio de Pedro, que presenció ese festival de la naturaleza, junto a su compañero Carlos Benedé, a través de un catalejo con el que tomó las imágenes directamente al móvil.
"Se le veía que disfrutaba del baño y yo también disfruté como un loco", indica Barrio, que en los 13 años que lleva trabajando como APN para el Gobierno de Aragón y en los dos que desarrolla su labor en el sector de Escuaín, en el valle de Puértolas, nunca había visto nada igual.
"Estábamos a unos 700 u 800 metros, por lo que incluso si nos hubiera visto, no éramos ninguna amenaza para él", recuerda al evocar el pasado 22 de agosto en el que tomó las imágenes. "Estaba muy tranquilo, porque cuando están mojadas sus plumas no son tan eficaces para el vuelo, por lo que necesitaba un tiempo para secarse. Cuando salió del agua, se quedó un rato acicalándose", detalla. Se sacudió el agua y se fue repasando las plumas para sacar alguna vieja o por quizá algún parásito (aunque son poco frecuentes), tarea que le llevó un rato.
De hecho, uno de los enigmas por descifrar del comportamiento de esta especie protegida, Gypaetus barbatus, es por qué se dan los baños de barro rojo en fuentes ferruginosas. Es lo que les tiñe las plumas claras de la "barba" -de ahí parte de su apellido científico- , que se quedan de un tono anaranjado, una de las características de la especie. Mientras los jabalís se revuelcan en el barro para desparasitarse, se desconoce la razón que tiene el quebrantahuesos para hacerlo. Pero esta cascada del cañón de Añisclo carece de este componente y, seguramente, la eligió simplemente para refrescarse.
PAREJAS O TRÍOS
Este quebrantahuesos adulto, de al menos 10 años -en libertad hay alguno de 30-, no tiene nombre, pero se sabe que pertenece a una de las unidades reproductoras que habitan en el cañón de Añisclo, uno de los cuatro sectores del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, próximo al de Escuaín y Revilla, zona de mayor concentración de quebrantahuesos de Europa.
Este ejemplar pertenece a un trío, ya que una de las particularidades de esta especie es que funcionan tanto por parejas como por tríos, que pueden ser de dos machos o de dos hembras. De hecho, los divorcios también existen. En este caso, ya no se conocen más detalles.
Los Agentes de Protección de la Naturaleza habían acudido a la zona para controlar si el pollo seguía en el nido o se había emancipado ya. Los quebrantahuesos acostumbran a poner el huevo en enero y después tardan unos ocho meses en arrancar el vuelo. Mientras este progenitor se acicalaba, el pollo estaba solo en el nido porque ya tiene un grado de desarrollo que hasta se puede confundir con un adulto. "Las parejas se apañan mejor para el cuidado de los pollos en el nido y se relevan cada dos o tres horas, pero en los tríos a veces hay cambios cada diez minutos y luego uno abandona porque no tiene paciencia, sobre todo los machos", comenta Javier Barrio.
Esta es una de las once unidades reproductoras de las que los Agentes de Protección de la Naturaleza hacen el seguimiento. Algunas de sus crías se trasladan después a Picos de Europa, a través de convenios en los que participa la Fundación para la Conservación del Quebratahuesos, con sede en Aínsa. El objetivo es el asentamiento de esta especie en peligro de extinción en otros lugares, porque es muy arriesgado que solo se mantenga en una zona.
La orografía de Escuaín, Revilla o Añisclo les permite encontrar espacios para sus nidos, que construyen con palos, hierba y lana de oveja para evitar la humedad y aportar calidez. Los mejores sitios se los disputan con los buitres, que en alguna ocasión les han "robado" y destrozado los nidos. Con todo, el quebrantahuesos no tiene depredador para el adulto, pero sí para el pollo, que puede ser presa de las garduñas (conocidas en la zona como fuinas).
Además, el Gobierno de Aragón tiene un comedero de quebrantahuesos en Escuaín, donde les echa huesos y patas de cordero, que aporta principalmente Grupo Pastores. Y, sobre todo, el paisaje les permite encontrar "rompederos", zonas de roca contra las que lanzar los huesos para romperlos, de ahí su nombre. Ah! y duchas naturales y prohibidas para los humanos.
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