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La base de la brigada helitransportada de Teruel, una de las ocho distribuidas por Aragón, está operativa desde el 27 de junio con un equipo de 13 personas.
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La brigada helitransportada con base en Teruel ha efectuado ya sus dos primeras salidas de la temporada para extinguir incendios en Calatayud y Olba. Han sido los dos primeros avisos de un verano que se prevé movido por la sequía y las altas temperaturas. El operativo se puso en marcha el pasado 27 de junio y seguirá activo hasta octubre. Incluye un helicóptero manejado por un piloto y un copiloto, un mecánico, un agente de protección de la naturaleza (APN) y nueve operarios.
El APN al frente del equipo, Juan Carlos Otal, prevé un verano "agitado", mucho más que el de 2018, que se saldó con media docena de intervenciones gracias a la humedad de la vegetación por las continuas lluvias. "Todo nuestro trabajo depende de la meteorología", resume Otal. A más calor y más sequía, más salidas.
La base, situada a las afueras de Teruel y de reciente construcción tras pasar por otros tres emplazamientos anteriores, incluye un helipuerto y edificios de servicios. El helicóptero, un Bell 412, puede actuar desde las 10.30 a las 20.30, siempre en horario diurno. Otal aclara, no obstante, que la cuadrilla, una vez sobre el terreno, puede alargar su actividad en función de las necesidades.
El piloto, Federico Candela, explica que una brigada helitransportada multiplica "por cinco" la eficacia de las cuadrillas terrestres. Señala que el helicóptero llega con rapidez al lugar del incendio, se puede aproximar al frente del fuego, supervisa el siniestro desde el aire para facilitar la organización y además ataca directamente las llamas con el ‘bambi’, un depósito adosado con capacidad para 1.200 litros. La aeronave toma imágenes del incendio y las remite en tiempo real a la oficina que coordina la extinción, lo que facilita la actuación.
Candela explica que el fuego de Olba tenía "mucho potencial" por la vegetación, la orografía y los accesos, pero la "pronta respuesta" de la helitransportada, que se presentó en el lugar en 15 minutos –Olba y Teruel están separadas por 50 kilómetros en línea recta–, evitó un siniestro de grandes proporciones. Juan Carlos Otal ratifica que la agilidad de la reacción es la principal virtud del equipo helitransportado.
La provincia cuenta con tres bases de helicópteros: en Calamocha, Alcorisa y Teruel. La base de la capital turolense está rodeada de grandes masas boscosas, como las del Maestrazgo, Gúdar-Javalambre y la sierra de Albarracín. A Otal las que más le preocupan por tratarse de áreas con mucha maleza y más secas y cálidas son los Pinares del Rodeno, el valle del Mijares y las estribaciones de la sierra de Albarracín, con localidades como Libros y Tramacastiel con "mucha carga combustible".
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