Los Agentes de la Protección de la Naturaleza de la DGA han hecho los correspondientes censos de las cabras salvajes que todos los años se llevan a cabo en los cotos del Matarraña. Una población que según apuntaron los agentes rurales se mantienen estables desde hace unos años en el territorio, y que ronda el millar de ejemplares en los cotos cercanos a la Reserva de los Puertos (no se cuenta la Reserva Natural). El censo se realiza mediante unas metodologías y un recuento establecido que afecta a zonas de Beceite, Valderrobres-robles, Fuentespalda, Peñarroya, Montroig y Arcas.
Javier Escorza, coordinador del APN (Agentes de Protección de la Naturaleza) del Bajo Aragón y el Matarraña, explicó que "este recuento se hace mediante una metodología que tenemos establecida desde hace años y que llevamos a cabo todos los años en diciembre" . Esta metodología "permite saber cómo está la población, los machos de una determinada edad, las crías y hembras, y nos permite también dar las cuotas de caza de cada veda". Escorza concretó que "tenemos una población bastante estable. La población se mantiene, en edades, en número de hembras, y es importante que no haya un exceso de densidad ".
. "No interesa que vaya a más"
El coordinador del APN añadió que "no interesa tampoco que" esta población "vaya a más", porque la cabra es un animal que "no tiene un depredador natural, y los ejemplares que desaparecen son los cazados". La cabra hispánica es más visible en los últimos años que décadas atrás. Esto tiene una explicación etnográfica. Según Escorza, "antes se vivía en los caseríos, se cultivaban más tierras y animales silvestres de cuatro patas no se veían muchos". Al cambiar este modo de vida y abandonarse los caseríos, esto ha repercutido en la expansión de la cabra, que ha saltado al bosque y se ha expandido incluso por toda la provincia.
Muchos vecinos se preguntan qué metodología se utiliza para recontar los ejemplares de cabra que hay para nuestra comarca. Javier Escorza explicó que "Natra utilizamos el recuento directo. Es decir, los animales que se ven ". Esto se hace con la cabra, pero no con el corzo o el jabalí, ya que son animales que tienen unos comportamientos diferentes. A diferencia del carácter fugaz del corzo, la cabra hispánica no tiene temor del hombre, e incluso se la puede ver paseando por las calles de un pueblo o por parajes turísticos como los castillos de Morella, Castellote o Peñarroya.
Para contar las cabras, "el método incluye unos equipos óptimos determinados con visión a larga distancia, y también una codificación con zonas y recorridos marcados que abarcan las zonas prioritarias" de las cabras, que son más o menos "siempre las mismas". Además, el recuento y los censos de las cabras les hacen varios equipos "de una forma simultánea", de tal forma que así "no se cuentan los mismos animales en zonas diferentes" y no se induce al error. Y es que es bien sabido que un grupo de cabras se ha podido desplazar perfectamente un par de kilómetros en un solo día.
. La cabra y su reclamo turístico
La zona de los olivares, del Puente Xafat y el antiguo castillo de Peñarroya ha visto como en el último año se ha visto una mayor presencia de grupos de cabras hispánicas. Este verano, la cabra también ha sido un buen reclamo turístico en Morella ya Castellot, que se ha hecho ver en sus emblemáticas castillos. Y es que hablar de la cabra es hablar de muchas cualidades que tiene este animal. Según Escorza, el primero de ellos "es que es un animal que sólo está en la Península Ibérica. En unos años podría dar el salto a Francia. Pero de momento, en todo el planeta sólo está en la Península Ibérica ".
Escorza remarcó también que "son unos animales que tienen un deformisme muy marcado, donde los machos generan una cornamenta espectacular" y unas tuercas con unos cuernos pequeños. Cuando un macho se perfila sobre la roca, "puedes llegar a tener una visión de naturaleza espectacular y muy llamativa". De hecho, es lo que está pasando últimamente en pueblos como Castellot. Javier Escorza reconoció que "ya hace unos años que se ven cabras. Y el hecho de que el castillo esté relativamente cerca del pueblo hace que sea un atractivo para el vecino, el turista y para la gente que disfruta de la fauna salvaje ".
