En ambos casos los animales se encontraban pasando la noche fuera, cercados con un pastor eléctrico bajo, cuando estos fueron atacados
Una de las ovejas afectadas por el último ataque que tuvo lugar en la madrugada de este martes./ La COMARCA.
Dos nuevos ataques compatibles con lobo han dejado 33 ovejas muertas y 14 heridas en Castelserás, tal y como certifican los resultados de las necropsias realizadas por el Gobierno de Aragón. El primero tuvo lugar el viernes de madrugada, y en él murieron 22 ovejas y 14 resultaron heridas; mientras que el segundo ocurrió en la madrugada de este martes, dejando 11 ovejas muertas y cuatro desaparecidas.
Los dos sucesos se produjeron en explotaciones relativamente cercanas. En ambos casos los animales se encontraban pasando la noche fuera, cercados con un pastor eléctrico bajo, cuando estos fueron atacados. El primero de los rebaños afectados contaba con unas 300 ovejas, algunas de ellas preñadas, por lo que es muy posible que en estos próximos días sufran abortos por el estrés provocado por el ataque. Así lo aseguran sus propietarios, quienes también recalcan que los animales continúan todavía asustados. En el segundo de los casos, la explotación tenía 340 ovejas, de las cuales cuatro permanecen todavía desaparecidas.
Cuando se producen ataques de este tipo, son los Agentes para la Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón los que se encargan de acudir al lugar de los hechos para tomar muestras que posteriormente envían al centro de recuperación de fauna silvestre de La Alfranca (Zaragoza), donde se determina si las ovejas han sido mordidas por un lobo o un perro. En los dos casos mencionados anteriormente, las heridas han sido catalogadas como «compatibles con lobo».
Por el momento, tan solo se tiene constancia de la presencia de un lobo itálico (Canis lupus italicus) en terreno bajoaragonés. Se trata de la pareja de la loba ibérica (Canis lupus signatus) que los agentes forestales la dieron por muerta esta primavera tras verla por última vez claramente enferma y muy débil. El lobo que queda, al que llaman ‘Cuello Blanco’, es uno de los tres que viven en Aragón y no se descarta que pueda atraer a otra loba. Por el momento, permanece en el término municipal alcañizano y se recomienda que los ganaderos mantengan los pastores eléctricos de 1,80 y las medidas de protección recomendadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario