Mariló Val Hernández, agente forestal de la DGA desde hace 33 años y coordinadora medioambiental de las comarcas Comunidad de Calatayud y Aranda, se lo dijo muy claro al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, durante su visita al incendio de Ateca. «Nos estamos jugando la vida», le recordó mientras le cogía en un gesto de confianza y cercanía de los hombros.
No lo gritó, pero sí lo escucharon perfectamente las personas y los periodistas que asistieron a la cita. Sin proponérselo se convirtió en una de las protagonistas del encuentro y expresó el sentir de muchos de los presentes y, sobre todo, de aquellos que en esos mismos momentos se enfrentaba en primera línea a las llamas.
«Sánchez dijo en su intervención que estaban preparando la ley básica de agentes forestales y medioambientales y vi que era la oportunidad perfecta. Le dije que se comprometiera delante de mí a aprobarla porque nosotros nos estamos jugando la vida», explicó. Se quedó con el «sí» de Sánchez, que espera lo cumpla.
Es, «por vocación, como todos mis compañeros», una de las primeras agentes forestales de España y considera «fundamental» contar con una norma que los unifique «aunque cada autonomía mantenga sus competencias». Recordó, por ejemplo, que en Aragón los agentes de protección de la naturaleza llevan vehículos con más de 20 años de antigüedad, con más de 400.000 kilómetros y que hasta tienen que poner sus coches particulares para desplazarse.
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