Un carnero murió este lunes tras hallarse malherido y una oveja está desaparecida
HUESCA.- Una semana después de que el oso atacara a un rebaño de cabras en el valle de Hecho, se está investigando un nuevo ataque, en este caso a ganado ovino en la vecina localidad de Aragüés del Puerto, que se ha saldado con un carnero muerto y una oveja desaparecida. El Gobierno aragonés confirmó este lunes este nuevo ataque, cometido muy probablemente por Neré, aseguraron las mismas fuentes del Ejecutivo autonómico, que explicaron que se están buscando huellas y restos biológicos.
María Bueno, propietaria del rebaño atacado en Aragüés, explicó a este periódico que tiene, junto a su marido, un rebaño de 40 cabras y 10 ovejas de leche (ahora 8), destinadas a elaboración de quesos en una quesería propia que han montado en la localidad.
Tiene el ganado en semiextensivo, ya que por el día sus animales salen al monte a pastar y por la noche los recoge en una cuadra. El pasado sábado, cuando fueron a recogerlos, se dieron cuenta de que faltaban dos. Al día siguiente, domingo, "las encerramos a todas y les pusimos forraje, con lo que ello conlleva de coste", relató María Bueno, y salieron en busca de los dos animales desaparecidos. "Estuvimos buscando todo el día y no encontramos nada. Había muchos buitres y llamamos a los guardas forestales", comentó la ganadera, que explicó que "la última noticia (que ellos tenían) es que el oso estaba a 7 kilómetros". Asimismo, se dio aviso a la patrulla del oso.
La búsqueda se retomó el lunes por la mañana, y al poco se localizó al carnero, muy malherido, a unos cinco metros de la cuadra. "Ha venido la brigada del oso, que ha confirmado que eso (el ataque) era de oso y se han llevado la oveja a Zaragoza para seguir analizando", manifestó María Bueno, que confirmó que cuando lo encontraron, el animal estaba vivo pero que murió posteriormente.
Según explicaron a la ganadera, el ataque pudo ser "un poco más arriba" de la cuadra, ya que con la herida que presentaba no había podido recorrer mucha distancia. Mientras, sigue la búsqueda de la oveja desaparecida, "aunque intuimos que está muerta".
María y su marido, junto a sus dos hijos, se instalaron en Aragüés con un pequeño rebaño de ovejas y cabras, y el proyecto de poner en marcha una quesería.
Tras este incidente, asegura que no se atreven a sacar al ganado a pastar y lamenta que la alimentación, mientras no pasten fuera, es con forraje, lo que supone un sobrecoste. "Llevamos tres años, todavía no hemos sacado beneficios y tampoco recibimos subvenciones, y ahora que podríamos ya empezar... nos pasa esto y es como ¿qué hago?", dijo María, que, añadió que no pueden vivir "con el miedo" y que precisan de un "mínimo de seguridad" y de información sobre por dónde campa el oso.
"Ya es un oficio difícil, como para ponérnoslo más difícil", sentenció la ganadera afectada.
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