El edil turolense Javier Navarro se ha convertido en protagonista de la última campaña medio ambiental de Coca-Cola por su participación activa en el proyecto 'Plantando Agua'.
El turolense Javier Navarro, nacido en Cañizar del Olivar y exalcalde de Montalbán, es uno de los agentes locales involucrados en el proyecto de Coca-Cola ‘Plantando Agua’, que desde que arrancó en 2014 ha recuperado ya para la zona de las Cuencas Mineras casi 418 millones de litros tras el devastador incendio ocurrido en julio de 2009.
Por su infatigable labor como forestal en el medio rural turolense, la multinacional americana con sede en Atlanta (Estados Unidos) le dedica ahora un agradecimiento que ha dado el salto a la gran pantalla.
¿Cómo surge el proyecto ‘Plantando árboles’ y qué despierta el interés de la compañía americana por actuar en su zona?
-Se pusieron en contacto conmigo a través de la Fundación Ecodes, una oenegé que había hecho estudios contando con los agentes sociales de la Comarca para ver a quién enviar y dónde invertir. Como era agente forestal y de las Cuencas Mineras, me llamaron y nos juntamos empresarios, amas de casa, representantes de ayuntamientos… personas de todo el tejido social de la Comarca. En ese primer encuentro hicimos una lluvia de ideas y de entre todas ellas apareció este proyecto, que plantea recuperar tanta agua como consume Coca-cola. Surgió después de un devastador incendio que supuso una catástrofe tremenda en la zona, donde precisamente estaba la planta de Aquabona, que pertenece a la compañía. A cinco metros de la planta pasa uno de los flancos del incendio. Coca-cola nos dio opción de elegir el proyecto con el único requisito de que estuviera ligado a recuperar agua.
¿Qué recuerdo guarda de aquel 22 de Julio de 2009, cuando sucedió la catástrofe?
-Yo estaba de agente forestal y de alcalde en Montalbán. Recuerdo que a las 2.00 o las 3.00 de la madrugada abandoné el incendio porque se iba a evacuar el Cañizar y la zona. Me tuve que venir a Montalbán con Protección Civil para hacer la evacuación de esos dos pueblos. En esta zona y el Maestrazgo, los incendios de este tipo son frecuentes. Tuvimos en el 94 en Villaluengo; en el 2000 en Torre de Arcas y Montalbán (con 2.000 y pico hectáreas quemadas); en los 80 tuvimos también uno de mil... Es una zona propensa a sufrir grandes incendios y casi todos han salido de tormentas. Ese día -recuerda- lo tenía libre, pero cuando surgen estas catástrofes todos nos ponemos a disposición del operativo porque si no, no llegas. Llevaba más de 20 años como forestal, desde los 20 años. Cuando oyes en la emisora que había 17 o 28 incendios declarados... En ningún operativo de España están preparados para que pase esto en un día; y piensas: "otra vez ha tocado y hay que salvar lo que se pueda: bienes materiales, pueblos, zonas… que no pase ninguna desgracia personal y luego el monte ya lo recuperaremos". Fue un poco frustrante porque se dio en una zona que nunca pensábamos que iba a arder. Ese incendio cuando lo ves, sabes que va a ser descomunal. El calor, el viento... sabíamos que se nos iba de las manos.
Después de tantos años en el operativo, ¿se acostumbra uno a convivir y actuar de inmediato ante catástrofes de este tipo?
-Sabes que es la naturaleza, y somos gente que vive en ella, en el medio rural. Estas cosas son cíclicas: pasan y volverán a pasar dentro de 10 o 20 años, cuando se den las condiciones para que haya otro incendio; lo bueno es que cada vez estamos más preparados. Tenemos cuadrillas que cada año están más profesionalizadas; los agentes de protección de la naturaleza cada vez estamos más instruidos… Pero siempre jugamos con la baza de que ante un gran incendio es muy difícil actuar.
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El forestal turolense Javier Navarro es uno de los agentes locales involucrados en el proyecto 'Plantando Agua', de Coca-Cola.J. N. |
¿Qué sentimientos les provocan este tipo de situaciones?
-En el momento en que pasa estás centrado en la seguridad, en salvar… Luego te da el bajón. Una vez pasada la catástrofe, cuando ves todo quemado, duele. Sientes frustración, impotencia, rabia… y piensas: 'otra vez aquí'. Otro gran incendio en una zona que sabes que va a tardar mucho tiempo en recuperarse… en una comarca que ya de por sí tiene sus peculiaridades. Aunque cada vez se va profesionalizando más el operativo, todos los medios se quedan cortos. Los primeros esfuerzos son para salvaguardar lo que te marca la normativa: vidas humanas, bienes naturales, y luego monte… Cada vez actuamos de forma más rápida; acotamos los incendios y el operativo es más ágil en dar respuesta; pero los grandes incendios son una sombra que tenemos ahí, que pasa y seguirá pasando.
¿Qué consecuencias tuvo el incendio de 2009 para los bosques y la región? ¿Se han superado a día de hoy?
-Todavía se está recuperando. Ya han pasado casi diez años y hay mucha zona que se ha reforestado de forma natural: mucho bosque ha regenerado. Otras zonas, en cambio, no han podido; y de ahí el proyecto 'Plantando agua' -y otros de la DGA- para ir recuperando masa forestal. Este es un proyecto a largo tiempo. Nosotros vivimos lo que vivimos, pero un bosque tarda muchísimo en recuperarse. Lo que te afecta es pensar que nunca volveremos a ver ese bosque. Lo verán nuestros nietos, y te queda la satisfacción de ver que se va recuperando. Siempre sacas algo positivo de una situación así; y que haya proyectos como el de Coca-cola que se fijan en nosotros y ayudan a que se recupere el terreno te da mucha satisfacción. Igual que te crea frustración el verlo quemado; ver luego zonas que a los dos años están completamente verdes, con pinos pequeñitos que casi los contabas con las manos… Cada vez que veía un pino o una carrasca brotar, plantas que estaban catalogadas y protegidas y las veíamos renacer, te da una alegría enorme.
Dentro del operativo de la Comarca son todos amantes de la naturaleza, de los bosques. ¿También del medio rural?
-Desde luego que sí. Esta es (casi casi) una de las profesiones más vocacionales porque está muy ligada al medio rural. En esta zona tenemos la suerte de que casi todos somos gente de la zona, que hemos hecho aquí nuestro proyecto de vida… Esto continúa, vamos para arriba; y dentro del operativo pasa igual. Los chavales que trabajan en incendios tienen casi todos estudios ligados a la naturaleza, y se ve que es algo más que un proyecto laboral; es un proyecto de vida. En los pueblos tenemos la suerte de poder trabajar con la naturaleza y, además, en tu tierra, que es cada vez más difícil.
¿Cómo ha cambiado la zona gracias al proyecto?
- Nosotros actuamos en la zona del entorno de la planta de Aquabona, en la vertiente norte del incendio; y ahí se han recuperado en torno a 50 hectáreas; se han plantando 70.000 árboles y se ha ganado también terreno para el ganado. Además, se han recuperado casi 418 millones de litros de agua; y el proyecto en este sentido es ambicioso porque pretende llegar a los 700 millones. La estimación se centra en un estudio que hacen ellos a través del agua que corre por barrancos y ríos. A este proyecto también le ha venido muy bien que se ha enlazado a través de la Universidad de Zaragoza y el profesor José Manuel Nicolau. Al final el proyecto va más allá de ser una simple restauración forestal; se está presentando ya en distintos foros y se va a reflejar en una exposición de la Sociedad Española de Ecología y Ciencias Forestales. Hay una parte de investigación muy importante y el hecho de que el proyecto haya tenido en cuenta a la Universidad también pone la zona en el mapa. Coca-cola tuvo en cuenta que la zona tuviera su margen de presentación y publicidad para que fuéramos conocidos.
¿Cuál es el reto ahora mismo? ¿Qué haría falta potenciar para seguir manteniendo con mimo la zona?
-Uno de los objetivos es la recuperación de en torno a 750 millones de litros de agua. Los expertos determinan qué vegetación deben plantar para evitar que se filtre el agua necesaria a los ríos subterráneos y no se pierda todo porque se desliza sin remedio. A nivel forestal, hay que hacer un seguimiento de aquellas especies que están; y las que van renaciendo, cuidarlas, protegerlas de agresiones y seguir estudiando la flora catalogada (cómo ha afectado el incendio a esta flora y cómo se va recuperando). El estudio se fundamenta mucho en lo que es el acebo, una zona preciosa que se quemó y se va regenerando. se supone que los expertos determinan qué tipo de vegetación deben plantar.
Después de que Coca-cola lo haya convertido en protagonista de su última campaña, ¿qué se siente al leer esas líneas de agradecimiento y al ver que una multinacional de renombre pone el foco en un pequeño pueblo de las Cuencas Mineras?
-La verdad es que ha sido una gran sorpresa. Yo no creía en este proyecto cuando entró Coca-cola. Estamos en una zona a la que han venido un montón de empresas a vender humo; pero cuando lo he visto funcionar, me ha dado una alegría inmensa. Mucho tuvo que ver el hecho de que yo empecé como agente forestal allí; este es mi pueblo, y que te reconozcan la labor que has hecho… Mi persona vale para todos aquellos que estamos trabajando día a día en el medio rural, por recuperarlo y que no se hunda. Te sientes protagonista, pero es un reconocimiento que interiorizas para todo el mundo. El proyecto se aprobó en Atlanta (Estados Unidos), ni siquiera aquí… Yo creo que el reconocimiento se lo tendríamos que hacer nosotros a ellos por haberse preocupado de esta realidad que les queda tan lejos. Somos los grandes olvidados de la naturaleza y este proyecto nos ha puesto en el mapa. Y ese reconocimiento de Coca-cola hacia el medio rural a nivel personal me enorgullece; y a nivel colectivo supone un aval para todo el mundo que cree en el medio rural y en su medio natural.
La campaña se está proyectando ya en cines de toda España y, según fuentes de la compañía, pronto su historia se podrá ver en un formato más extenso. ¿Se lo ha agradecido mucha gente en el pueblo? ¿Qué anécdotas guarda de aparecer en ella?
-Yo no creía que esto se iba a extender tan rápido… Me he enterado de que estaba en los cines por un compañero que estudiaba en Huelva y me llamó el otro día. Ahora nos han dicho que incluso puede terminar en televisión. ¡Es curioso! Nunca había participado en una movida de estas... La gente me ha reconocido, me han llamado cantidad de personas… Pero para mí lo importante es que se ponga en valor la zona, nada más.
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