- Escrito por Beatriz Severino
Este panorama primaveral ha obligado al Gobierno de Aragón a adelantar el Operativo de Prevención y Extinción de Incendios Forestales 15 días a lo que suele ser habitual. Desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre permanecerá activado. Desde el Departamento de Medio Ambiente señalan que «el Sistema Ibérico turolense es especialmente preocupante». El director general de Gestión Forestal, Roque Vicente, avisó de que «las escasas precipitaciones, las temperaturas elevadas tres grados por encima de la media y el bajo nivel de humedad en la vegetación, hacen que este año el riesgo de incendios sea mayor que en el verano de 2013».
El dispositivo se compone de 1.318 efectivos que se dividen en 62 cuadrillas terrestres, 8 helitransportadas en las que trabajan 860 personas, 9 medios aéreos, 39 vehículos autobombas, 80 puestos fijos de vigilancia y 327 Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) encargados de dirigir a las cuadrillas. A este operativo se suman los medios del Ministerio de Medio Ambiente que refuerzan la época de mayor riesgo. Para este año se cuenta con un helicóptero bombardero Kamov con base en Plasencia del Monte (Huesca), una Brigada de Refuerzo en Daroca, dos aviones anfibios y una unidad móvil de meteorología y comunicaciones. A pesar de estas cifras, la Asociación Profesional APN emitió un comunicado en el Día del Medio Ambiente en el que criticaban carencias en los vehículos y materiales y la falta de convocatoria de oposiciones. El consejero del área en la DGA, Modesto Lobón, respondió con una negativa. «No se ha sometido a ningún recorte presupuestario porque prevenir y extinguir incendios es una prioridad».
El operativo en el Bajo Aragón
Aunque las cifras en este caso no son depuradas porque en un incendio puede intervenir personal de otras comarcas y provincias, la distribución del operativo ha hecho que ocho de las 62 cuadrillas terrestres del dispositivo autonómico trabajen en la zona bajoaragonesa. Están repartidas en las comarcas del Bajo Aragón, Matarraña, Andorra-Sierra de Arcos, Bajo Martín, Bajo Aragón Caspe y Maestrazgo. Están ubicadas en Castellote, Cantavieja, Valdealgorfa, Valderrobres-Beceite, Monroyo, Gargallo, Caspe y Maella-Nonaspe. Se suman dos en Cuencas Mineras (Aliaga y Montalbán). En cada cuadrilla terrestre trabajan cinco brigadistas y un APN que se encarga de coordinar. Valdealgorfa, Valderrobres, Monroyo y Maella son además dobles en plantilla, por lo que en total trabajan en el entorno alrededor de 90 personas.
Cada cuadrilla trabaja con una autobomba que están ubicadas en Fabara, Valderrobres, Mas de las Matas, Ejulve (Las Masías), Montalbán y Valdealgorfa. Se suman las conveniadas con la Diputación Provincial de Teruel situadas en Ráfales, Peñarroya, Cantavieja, Aliaga, Monroyo y Albalate. No obstante, este jueves se firmó una adenda entre la DPT y la DGA al convenio firmado en 2011 en materia de incendios. Por el mismo la institución provincial cede cuatro pick-up todoterreno con un depósito de agua de 600 litros de capacidad. Esta vez ninguna de ellas se queda en los efectivos del Bajo Aragón Histórico.
Por otro lado, de los 80 puestos fijos de vigilancia en Aragón, 12 están situados en las seis comarcas del Bajo Aragón Histórico y dos en las Cuencas Mineras.
En cuanto a medios aéreos, el Bajo Aragón cuenta con la cuadrilla helitransportada de Alcorisa con cinco brigadistas y un APN que operan en un helicóptero Bell 407. Se suma el helicóptero de Coordinación con base en Zaragoza que trabaja para todo Aragón. En función de la virulencia del incendio declarado, y al igual que sucede con las cuadrillas terrestres, pueden intervenir otras helitransportadas destinadas en otras zonas.
Los trabajos de prevención
Las cuadrillas intervienen en los montes durante todo el año. Mientras no hay avisos de fuego, los operarios se centran en crear áreas de cortafuegos y por otro lado, en las zonas repobladas hace 60 años, recoger toda la masa forestal con el objetivo de hacer todo el aprovechamiento posible para la industria de la biomasa. El consejero de Medio Ambiente, destacó que desde 2011 se han extraído 410 toneladas de madera, una cantidad de la que el 60% se destinará a este tipo de energía. «Ha permitido crear 333 puestos de trabajo en Aragón», dijo.
En el Bajo Aragón funciona la misma dinámica y por eso en estos días se pueden ver varias cuadrillas trabajando. Unas operan 6 meses, otras 9 y otras 12. «Las terrestres están todo el año pero la helitransportada, que dedica buena parte de la primavera a retirar madera para biomasa, durante el verano se queda en la base porque en caso de aviso la respuesta debe ser inmediata», explicó el APN bajoaragonés, Javier Escorza, quien es a la vez coordinador de las cuadrillas del Bajo Aragón y Matarraña. «Al activarse el dispositivo es cuando más visibilidad alcanza pero el trabajo de invierno es fundamental y muy duro», dijo. Destacó la necesidad de hacerlo de forma ordenada en una zona como la bajoaragonesa. «El ecosistema mediterráneo es muy productivo y propicio a tener mucha masa forestal», comentó. Con los datos de la primavera en la mano augura un verano peligroso en cuanto a incendios. «La pluviometría del año pasado fue buena pero no en 2014».
212 incendios en cinco meses
Hasta el 31 de mayo se han producido 212 incendios en Aragón (61 en Teruel, 113 en Zaragoza y 38 en Huesca) que afectaron a 240 hectáreas forestales, 39 de ellas arboladas. La cifra ha aumentado en un 66% respecto a 2013 en el mismo periodo y el 60% se produjo por accidentes o negligencias.
De estos datos da Fe sobre el terreno una de las cuadrillas que ha trabajado en los últimos meses en un área cortafuegos a orillas de la N-232 cerca de Monroyo. Es la Nº 11, la de Las Ventas de Valdealgorfa y se han dedicado a mantener el cortafuegos que se abrió hace cinco años. Se trata de una cuadrilla doble que alterna cada semana a los diez operarios en grupos de cinco. «El trabajo de fondo se hizo pero el matorral vuelve a crecer cada año y esta vez se suma que las nevadas partieron muchos pinos», dijo el APN, Gregorio Lázaro.
Para hacer el trabajo cuentan con todos los medios aunque echan de más el remolque que deben llevar en el vehículo. «Para venir al tajo de limpieza y mantenimiento nos va muy bien pero para transitar por los caminos en caso de aviso nos entorpece mucho», dijeron.
La zona en la que trabajan está ubicada en una importante masa forestal de pino y por eso incidieron en la necesidad de que todo el mundo se conciencie de respetar las normas. «Las quemas agrícolas tienen sus permisos pero con condicionantes. Si hace viento no se puede aunque se tenga permiso», avisaron. El otro causante en ese punto a orillas de la N-232 es la alta incidencia de tormentas. Los rayos suponen un peligro, como sucedió en 2009 cuando media provincia quedó arrasada por el fuego. Por otro lado, la cercanía de la carretera convierte al área en un depósito de colillas arrojadas desde los coches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario