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El exjefe de la cuadrilla del retén 70 señala a EL PERIÓDICO que la más posible causa sea un chispazo en un transformador eléctrico debido a las rachas huracanadas de viento, según coinciden los testimonios directos en Añón | No obstante, los agentes de protección de la naturaleza investigan sobre el terreno y nada está confirmado, aunque los vecinos de la localidad también insisten en esta posibilidad
El transformador donde los vecinos aseguran que se originó el fuego y donde los agentes de protección de la naturaleza ya están analizando.
M. Calvo Lamana
Añón de Moncayo | 15·08·22 | 13:39 | Actualizado a las 16:43
La zona cero del incendio que ha asolado en apenas 72 horas las faldas del Moncayo es tenebrosa. Las primeras hipótesis con las que trabajan los agentes sobre el terreno apuntan a que no fue intencionado, a pesar de los rumores que se extienden por las comarcas de Tarazona y el Moncayo y Campo de Borja. La causa podría hallarse en un chispazo en un transformador eléctrico a la altura del pequeño río de Añón provocado por las rachas de viento huracanado que comenzaron en el mediodía del sábado.
EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha acompañado a Antonio Romeo, exjefe de la cuadrilla retén 70, a la zona cero, el lugar donde comenzó el incendio en el Moncayo, justo debajo de la fachada escarpada en la que se sitúa Añón. Este bombero forestal jubilado hace dos años no se aventura a señalar un origen del fuego, pues confía con plenitud en los técnicos que tratan de averiguar la causa.
Sin embargo, la principal hipótesis parece señalar que no fue intencionado, según las evidencias que este diario ha podido recabar de expertos, vecinos y agentes de la naturaleza. “A cien metros hay un poste eléctrico, con un pequeño transformador y podría haber evidencias de que comenzase allí”, señala Romeo, que puntualiza que los técnicos están haciendo los estudios pertinentes y hasta que no terminen no se podrá decir con seguridad. El exjefe de la cuadrilla del Sarga en Añón señala además que en estos casos, con tanto viento, quizá nunca se llegue a averiguar cuál fue la causa real.
Con esta hipótesis coinciden los vecinos, que afirman que en torno antes de las 15.30 horas del sábado hubo un apagón momentáneo, lo que evidenciaría un chispazo entre cables. No obstante, aunque bien es cierto que podría ser una causa, el corte intermitente del suministro de luz también podría ser posterior al inicio del fuego, según los agentes forestales consultados por este diario. Lo que sí se conoce ya es que el primer aviso se dio a las 15.05 de la tarde, cuando un vecino alertó de la presencia de fuego justo al lado del poste de luz que se sitúa a los pies del camino que baja del pueblo a la huecha.
"Justo llegamos de Tarazona a eso de las tres y nos pusimos a comer mi mujer y yo. De repente se fue la luz y volvió, como un fogonazo", explicaba en la mañana de este lunes un vecino de Añón, de nombre Miguel. Todos los datos los recaban los agentes, que tratarán de dilucidar estos días cual fue la causa del terrorífico incendio. "Nos falta comprobar cuándo fue exactamente la subida y bajada de la tensión, en qué minuto exacto", apuntaba Javier, un agente de protección de la naturaleza (APN) que trabajaba sobre el terreno.
Antonio Romeo, el exjefe de la cuadrilla, ahora jubilado, trata de echar una mano donde puede. Va haciendo vídeos con su tableta del entorno, repartiendo información a diestro y siniestro y coordinando algunas labores. Explica que el fuego llegó "con mucha virulencia”, impulsado por rachas de viento de más de 80 kilómetros por hora. Así lo demuestra el salto que el fuego hizo sobre el camino embreado y su escalada por la ladera de Añón.
Explica Romeo que las ramas y plantas que aún persisten están dobladas hacia abajo y caen hacia el camino, lo que significa que “el fuego vino de abajo hacia arriba", debilitando las plantas por ese costado. De hecho, tal fue la rapidez de las lenguas de fuego que quedaron “zonas a medio quemar”. En el momento que va ladera arriba, el fuego “avanza como una bala”, apoyado por la sequía que asola Aragón y por la cantidad de raíces en la zona.
Félix Ibuarben, vecino de Litago pero con casa en Añón de Moncayo, de donde procede su esposa, relató a este diario que su hijo le alertó del olor a humo a la hora de la siesta. "Fue justo debajo de mi casa, donde está el poste de la luz. Subió por la pared y lo intentamos apagar con cubos, con los críos llorando", narraba el hombre, extenuado por los trabajos, aunque más tranquilo tras dormir algo el sábado en Tarazona.
De momento, la Guardia Civil y el Seprona ni confirman ni desmienten esta información, aunque fuentes de la comandancia también apuntan en la línea del chispazo en la red eléctrica del municipio.
No obstante, según ha podido saber este diario sobre la investigación que está en curso mientras siguen las labores de extinción, los agentes forestales sí descartan con rotundidad que el origen del fuego estuviese «provocado por una barbacoa». Es una versión que estos días ha estado circulando por la zona y en redes sociales, lo apuntaban algunos rumores a los que muchos empezaban a dar credibilidad. Pero no, no es así. «No podemos avanzar más con la investigación en curso pero que no fue una barbacoa sí lo podemos garantizar», aseguró a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN un efectivo que trabaja sobre el terreno
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