La hembra podría ser Claverina, que hibernó en Aragón, cuyo retraso en salir de la osera ya hizo sospechar que tuvo cachorros.
Imagen de la suelta de la osa Claverina en octubre del 2018 en el Pirineo francés.Heraldo
Agentes forestales del Gobierno de Aragón y personal del Parque Nacional de Ordesa investigan el avistamiento el pasado fin de semana de una osa y dos crías en un paraje turístico del espacio protegido, concretamente cerca de las cascadas del Cinca, en el valle de Pineta (Bielsa). Los animales fueron observados por una patrulla del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Boltaña cuando realizaban labores de inspección para evitar la violación de las medidas de confinamiento.
Ocurrió el sábado 18 de abril por la mañana e inmediatamente informó del hecho. Al día siguiente se desplazaron hasta la zona Agentes de Protección de la Naturaleza y del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, pero no vieron huellas. El lunes volvieron los técnicos de la brigada encargada del seguimiento del oso, también sin resultado. Las intensas lluvias caídas en los últimos días han podido dificultar el hallazgo de rastros en esa zona, que en estos días está libre de turistas, lo que ha podido facilitar la presencia de los animales. Las autoridades aragonesas lo comunicaron asimismo a sus homólogos de Francia.
La osa podría ser Claverina, una de las dos últimas liberadas en ese país, concretamente en el otoño de 2018, que ha pasado el último invierno en Aragón, cerca del valle de Hecho. De confirmarse, estaría fuera de su lugar habitual de asentamiento en el Pirineo occidental, y apuntalaría la hipótesis sobre la conexión entre las dos subpoblaciones de osos que antes estaban más aisladas.
Precisamente el retraso de esta hembra en salir de la osera hacía pensar en un alumbramiento. Sería una noticia muy esperanzadora para la especie, ya que en el núcleo occidental no había crías desde 2004. Las dos nacidas el año pasado, hijas de Sorita, la otra hembra liberada por Francia, murieron atacadas por un macho.
Suelta de otro oso
Por otra parte, una veintena de ONG ecologistas de España y Francia han consensuado un documento solicitando al Ministerio de Transición Ecológica el inicio de los trámites para el posible traslado al Pirineo de un macho de la Cordillera Cantábrica. Los ejemplares reintroducidos hasta ahora proceden de Eslovenia.
Sería como compensación por la muerte de Cachou y "para fortalecer la variabilidad genética" en la población pirenaica. Asimismo, piden acceso a todos los informes de la necropsia para aclarar las causas del fallecimiento de ese oso de solo 6 años, además de conocer el informe técnico que especifica cómo se realizó la experimentación de un producto químico en carroñas para provocar la aversión a la carne de Cachou, un oso muy depredador que incluso atacaba a las yeguas.
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