Esta semana, Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN) hallaron en el río Matarraña dos especímenes muertos de caracol manzana, una especie invasora perjudicial para la agricultura y el medio ambiente.
Algunas de ellas pueden parecer curiosas, sorprendentes e incluso bonitas, sin embargo, su presencia en territorio aragonés supone un peligro para la biodiversidad de la zona. Las especies exóticas invasoras se convierten en una amenaza directa para la flora y la fauna autóctonas y, en general, para los ecosistemas en los que se instalan. Estas especies ‘foráneas’ consumen los recursos de las naturales del entorno, las desplazan, les transmiten enfermedades e incluso las hacen desaparecer. Además, también pueden provocar consecuencias negativas para la economía o la salud, si llegan a convertirse en plagas.
El mejillón cebra, la cotorra argentina, el visón americano o el cangrejo rojo son algunas de las especies exóticas invasoras más conocidas en Aragón, pero existen muchas más. En los últimos años, muchas de ellas se han establecido en entornos naturales aragoneses, “especialmente a lo largo de los ríos y en las zonas más cálidas, como en el eje del Ebro desde Zaragoza capital hasta el Bajo Aragón”, tal y como señala el catálogo ‘Las especies exóticas invasoras en Aragón’ del Gobierno de Aragón.
Este informe destaca, precisamente, que los organismos acuáticos o ligados al agua han sido los más afectados por estos ‘intrusos’, que en su mayoría están relacionados con la pesca como actividad deportiva. Una tradición, añade, que “ha llevado aparejada prácticas nada respetuosas con el medio natural, como la introducción deliberada de peces o cangrejos exóticos para su posterior pesca deportiva o el uso de especies exóticas como cebo vivo, lo cual ha acabado transformando totalmente las comunidades piscícolas de los tramos bajos e incluso tramos medios de los ríos”.
Esta misma semana, Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN) hallaron en la zona embalsada del río Matarraña, en el término municipal de Fayón (Zaragoza), dos especímenes muertos de caracol manzana (Pomacea canaliculata), una especie invasora perjudicial para la agricultura y el medio ambiente, pues se alimenta vorazmente de plantas y algas acuáticas, llegando a modificar estos ecosistemas y a perjudicar a otras especies. Los localizados por los APN podrían haber sido introducidos por pescadores provenientes del Delta del Ebro (donde esta especie sí está extendida) o a través del traslado a la Comunidad de maquinaria agrícola de cultivo de arroz utilizada en esa misma zona.
Pese a que no existen registros de ejemplares vivos de caracol manzana en Aragón, la peligrosidad de esta especie y su oportunidad de actuación han sido catalogadas como “altas” por el Gobierno de Aragón. Otras muchas invasoras llevan tiempo arraigadas en territorio aragonés y causando importantes daños a su biodiversidad y ecosistemas, pero ¿cuáles son las más extendidas?
Algunas de las especies exóticas invasoras más extendidas en Aragón
Mejillón cebra (Dreissena polymorpha)
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Este molusco bivalvo de tamaño reducido (hasta 4 centímetros) es autóctono de las cuencas de los mares Negro, Caspio y Aral, y se introdujo mediante el transporte de embarcaciones, material de pesca y traslado de viveros de peces. En Aragón, se encuentra en los embalses de Ribarroja, Mequinenza, Bajo Guadalope (Calanda, Civán y Estanca de Alcañiz), La Sotonera y La Loteta, así como en todo el río Ebro y sus canales. También se han localizado larvas en Lanuza, Bubal, Sabiñánigo, Ardisa y La Tranquera.
Su problemática radica en la competencia con otros bivalvos autóctonos, así como en los daños que produce en la industria energética, los conductos, las instalaciones de riego y tomas de agua o en los puertos fluviales. Para evitar su propagación, se recomienda desinfectar las embarcaciones y los artilugios de pesca utilizados en zonas con presencia de mejillón cebra.
Almeja asiática (Corbicula spp.)
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Esta almeja de agua dulce originaria de África, Asia y Australia fue introducida por su uso en acuariofilia, así como para cebo de pesca, aunque también pudo ser de manera accidental a través de embarcaciones o aparejos de pesca. En Aragón, se distribuye por el río Ebro y sus canales (Imperial, Tauste y acequia de Pina), así como en el curso inferior del río Jalón.
Se trata de una especie muy prolífica y con muy pocos depredadores, por lo que produce daños por obturación en infraestructuras hidráulicas o centrales energéticas. También provoca alteraciones en la cadena alimenticia y desplaza a otros bivalvos autóctonos. Se recomienda tomar las mismas precauciones que con el mejillón cebra.
Cangrejo rojo (Procambarus clarkii)
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Este crustáceo de agua dulce es originario del noreste de México y el sur central de Estados Unidos. Fue introducido en España con fines comerciales y gastronómicos por medio de pescadores. En Aragón, está presente en el río Ebro y sus afluentes, lagos, charcas, embalses y acequias, así como en gran parte de la provincia de Zaragoza. También se encuentra en puntos del sur de la provincia de Huesca y hasta el Prepirineo, y en Teruel ocupa zonas del Bajo Aragón y del Jiloca.
El cangrejo rojo propaga el hongo Aphanomices astaci, que resulta mortal para el cangrejo de río común. Además, es un depredador de anfibios y provoca daños en las cosechas de arroz y en acequias o canales.
Siluro (Silurus glanis)
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Este popular pez puede llegar a medir hasta 2,5 metros y pesar más de 100 kilos. Es originario del este de Europa, Asia Central y Asia Menor, y fue introducido para la pesca deportiva, así como para controlar la población de carpas. Su presencia es frecuente en los grandes embalses como Ribarroja y Mequinenza, así como en todo el eje del río Ebro y sus afluentes principales.
El siluro modifica la estructura trófica de los hábitats fluviales y es un gran predador de peces, anfibios, roedores y aves autóctonas. Se recomienda realizar su pesca sin retorno y sin límite de cupo o talla.
Alburno (Alburnus alburnus)
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Este pequeño pez de agua dulce no suele superar los 20 centímetros de largo ni los 100 gramos de peso. Esta especie nativa de Europa se introdujo en España en los 90 para ser utilizada como cebo vivo en la pesca deportiva. Se encuentra distribuido por gran parte de Aragón y en los cauces de los ríos, Ebro, Aragón, Gállego, Cinca, Ara, Vero, Jalón, Martín o Jiloca, entre otros.
El alburno se disputa el espacio y la alimentación con otras especies autóctonas, excluyéndolas y pudiendo causar su desaparición. Además, se trata de una especie muy prolífica y porta gusanos parásitos. Se recomienda su pesca sin retorno.
Otras especies de peces
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Otras especies exóticas invasoras de la familia de los peces que presentan una gran incidencia en Aragón son: la gambusia (Gambusia holbrooki), la carpa común (Cyprinus carpio), la perca americana (Micropterus salmoides), la perca europea (Perca fluviatilis) o la lucioperca (Sander lucioperca).
Galápago de Florida (Trachemys scripta)
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Esta tortuga de unos 25-30 centímetros y 2 kilos se caracteriza por sus manchas rojas o amarillas en los laterales de la cabeza. Es originaria del sureste de Estados Unidos, desde donde se importan al resto del mundo. Suele ser abandonada cerca de lagos y ríos cuando crece, ya que al ser adquirida presenta un tamaño muy pequeño. En Aragón es frecuente en todo el valle del Ebro, en el entorno de ciudades como Alcañiz, Huesca y sobre todo Zaragoza. También está presente en lagunas, balsas y ríos de las tres provincias.
El galápago de Florida, voraz y agresivo, desplaza a los galápagos autóctonos y transmite un parásito sanguíneo que causa mortalidad al galápago europeo. Su comercialización y reproducción están prohibidas en España.
Cotorra argentina (Myiopsitta monachus)
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Esta ave de color verde y carácter gregario forma grandes nidos y grupos. Procede del norte de Argentina, así como del sur de Brasil, Uruguay y Paraguay. Fueron importadas como mascotas y su propagación se debe a la fuga o a la liberación intencionada. En Aragón, fueron avistadas por primera vez en libertad en 1991. Actualmente, se encuentra fundamentalmente en Zaragoza capital (donde se halla su única población estable) y su entorno, aunque también se han observado en Huesca, Los Fayos, Mequinenza, Pina de Ebro, Quinto, Pinseque, Andorra o Aínsa.
Las cotorras argentinas degradan con sus excrementos el mobiliario urbano y generan sonidos intensos y molestos. Al alimentarse de frutas y hortalizas, pueden causar daños a la agricultura. Asimismo, sus nidos de gran tamaño suponen un peligro de seguridad pública.
Malvasía canela (Oxyura jamaicensis)
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Este pato buceador de 35-43 centímetros de longitud, color marrón rojizo, mejillas y mentón blancos, pico azul turquesa y cola negra procede de América del Norte y América Central. Fue introducido a partir de colecciones de aves en cautividad en Reino Unido durante la primera mitad del siglo XX, de donde hubo escapes y liberaciones. En Aragón, ha sido avistada al menos en seis ocasiones, en la Laguna de Sariñena, la Balsa de Ráfales (Esplús), la Alberca de Castilla (Lupiñén-Ortilla), el Lagunazo de Moncayuelo (Ejea de los Caballeros), la Estanca de Pillué (Ejea) y la Saladeta (Alcañiz).
La malvasía canela tiene una gran capacidad para hibridarse con la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), una especie amenazada a nivel mundial. Por este motivo, Aragón colabora en un programa internacional de comunicación de sus avistamientos y de eliminación de forma controlada de ejemplares.
Visón americano (Neovison vison/Mustela vison)
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Este pequeño mamífero mide unos 70 centímetros y presenta un pelaje muy oscuro. Se trata de una especie semiacuática oriunda de Estados Unidos y Canadá que fue introducida en toda Europa para su cría en granjas por su interés en la peletería. Su introducción se debe a la suelta de ejemplares de las granjas por parte de grupos defensores de los animales. En Aragón, se expandió a raíz de una suelta en Sarrión (Teruel), en la cuenca del río Mijares, en 1990, desde donde se extendió al Turia, Alfambra y Guadalaviar. También ha colonizado el río Jiloca y el Jalón.
El visón americano es un mustélido muy voraz y de gran capacidad reproductiva que depreda especies autóctonas de cangrejo, anfibios o peces protegidos, y especialmente, la rata de agua. Su presencia tiene efectos negativos en repoblaciones cinegéticas o piscícolas y puede afectar a explotaciones avícolas y piscifactorías. Si bien, su principal amenaza es el desplazamiento del turón y el visón europeo (en peligro crítico de extinción por la expansión del visón americano), a los que también puede transmitir la enfermedad aleutiana.
Todos los detalles de estas especies, así como del resto de invasoras presentes o que amenazan con entrar en Aragón pueden consultarse en el catálogo ‘Las especies exóticas invasoras en Aragón’ (Joaquín Guerrero Campo, María Jarne Bretones) del Gobierno de Aragón.
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