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sábado, 27 de julio de 2019

¡Cuidado! Se busca una gran tortuga mordedora en el Ebro, a la altura de la presa de Pina

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La DGA ha lanzado un aviso tras recibir información de que hace unos días unos pescadores capturaron y volvieron a soltar un ejemplar de este reptil 'prehistórico' que amenaza la fauna autóctona y además es peligroso para el hombre por su potente mordedura


Ejemplar de tortuga mordedora que apareció en el año 2003 en el entorno del Ebro a la altura de Gelsa.
Ejemplar de tortuga mordedora que apareció en el año 2003 en el entorno del Ebro a la altura de Gelsa.
Manuel Alcántara /Gobierno de Aragón

El Gobierno de Aragón ha lanzado un aviso por la presencia de una tortuga mordedora en el río Ebro a la altura de la presa de Pina (que a pesar de su nombre está situada dentro del término municipal de El Burgo de Ebro) tras recibir información de que hace unos días unos pescadores encontraron un ejemplar de este reptil exótico. Se trata de una especie que puede pesar más de 15 kilos, que amenaza la fauna autóctona y que además puede ser peligrosa para el hombre por su potente mordedura. Sin embargo, el animal volvió a ser liberado y ahora la DGA lo está buscando.

El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad va a rastrear la zona en la que fue liberada la tortuga mordedora para intentar sacarla del medio natural. Además, la consejería que dirige Joaquín Olona hace un llamamiento a la ciudadanía, y en especial a los pescadores, para que avisen inmediatamente a los agentes de protección de la naturaleza (APN) si ven al animal o si consiguen volver a atraparlo.



El aviso ya está colgado en la página web de la Federación Aragonesa de Pesca y Casting, y en él se explica que puede comunicarse cualquier novedad al respecto llamando al 112 o al teléfono 976 714 600. "Sobre todo es muy importante que no vuelvan a soltarla", recalcan fuentes de el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, que también insisten en "extremar las precauciones" para evitar la mordedura de esta tortuga.

En España, la tortuga mordedora es una especie demandada como mascota y se puede adquirir fácilmente. Por eso lo más probable es que el ejemplar detectado en el Ebro haya sido liberado por su dueño de forma totalmente irresponsable.

No es la primera vez que este animal aparece en el tramo aragonés del Ebro, ya que hace 16 años se localizó otro ejemplar a la altura de Gelsa que fue capturado y trasladado al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de La Alfranca. En España cada vez son más frecuentes los hallazgos en comunidades como Cataluña, Madrid o Murcia.
Una tortuga 'prehistórica'

La tortuga mordedora ('Chelydra serpentina') es una de las tortugas 'prehistóricas' que han logrado sobrevivir hasta la actualidad, un quelonio procedente de Norteamérica cuyo caparazón puede llegar a medir medio metro.Su cabeza es voluminosa y está cubierta por diversas protuberancias como espinas, tres de ellas alargadas en la barbilla. Tiene un hocico en forma de pico con una potente mandíbula, patas robustas con grandes garras y una cola ancha y larga.

Debido a su gran tamaño y su voracidad, una vez que esta especie exótica llega a los ríos y los lagos españoles supone una gran amenaza para la fauna autóctona, ya que se alimenta de infinidad de invertebrados, anfibios, peces, aves y mamíferos pequeños.

Desde el Gobierno de Aragón destacan que en el caso de Aragón este animal supone un grave riesgo para las dos especies de tortugas acuáticas autóctonas que se encuentran presentes en el río Ebro: el galápago leproso y el galápago europeo, ambos incluidas en el Catálogo de Especies Protegidas de Aragón por su delicada situación de conservación.

En este sentido, fuentes del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad recuerdan a los propietarios de estas mascotas exóticas que la introducción o liberación de especies alóctonas "es un delito contra el medio ambiente recogido el Código Penal y constituye una infracción administrativa grave". "Si quieren deshacerse de ellas lo que tienen que hacer es informarse de todas las alternativas legales para hacerlo", insisten.

El hallazgo de la tortuga mordedora se ha conocido apenas unos días después de que una mujer encontrara una pitón real en el jardín de su casa de Caspe. Se trata de una serpiente no venenosa que no suele medir más de un metro y medio, pero una vez más se trata de una especie exótica que en este caso acaba de ser incluida en el catálogo español de especies invasoras, lo que significa que está prohibida la posesión, la venta y el transporte de cualquier ejemplar vivo.

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