Esta actuación forma parte de las acciones del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos en Aragón, que en sus más de 20 años de existencia ha promovido la identificación de un total de 161 ejemplares mediante distintos tipos de marcas, como sistema indispensable para el conocimiento de la biología de la especie y de los factores que inciden sobre su conservación. De estos ejemplares, 78 continúan vivos en la actualidad, uno de ellos con una edad de 28 años.
La Dirección General de Sostenibilidad ha llevado a cabo el marcaje de 15 nuevos ejemplares de quebrantahuesos: 3 jóvenes, 6 subadultos y 6 adultos. Para la captura de los ejemplares se utilizó un sistema denominado red de cañón, instalado en uno de los Puntos de Alimentación Suplementaria que gestiona el Gobierno de Aragón en la comarca de la Jacetania.
El objetivo de las capturas ha sido individualizar ejemplares mediante el empleo de marcas. La posibilidad de poder identificar los ejemplares permite la obtención de una valiosa información sobre aspectos básicos de la biología de la especie, y muy especialmente sobre su demografía. Conocer la tasa de supervivencia, las causas de mortalidad, como varía el tamaño del territorio que prospectan los animales según la época del año o cual es el uso que hacen de dicho territorio, entre otras cuestiones, resulta esencial para diseñar las acciones de conservación más apropiadas. A estos datos se suman los obtenidos a partir de los análisis genéticos o sanitarios que se obtienen de las muestras de material biológico que se recogen durante la manipulación de los ejemplares, que resultan igualmente cruciales para establecer el diagnóstico de la situación de la población de esta especie emblemática para Aragón.
Como resulta ya habitual en el desarrollo del Plan de Recuperación del quebrantahuesos en Aragón, todas las aves capturadas han sido marcadas con bandas alares de colores con inscripción alfanumérica exclusiva, de dos o tres dígitos, así como con anillas en sus patas con la finalidad de que puedan ser identificadas a cierta distancia. Estas son las denominadas marcas de lectura a distancia, que permiten diferenciar entre los ejemplares sin necesidad de aproximarse a ellos, con la simple utilización de unos prismáticos, un catalejo o una cámara fotográfica. El avistamiento posterior de los ejemplares individualizados de esta manera, ya sea volando, o posados en comederos de aves necrófagas, permitirá obtener la información básica sobre la especie.
Control satélite de la reproducción del quebrantahuesos
Los seis ejemplares adultos capturados han sido equipados además con emisores satelitales, que permiten conocer su localización exacta varias veces al día y con ello analizar el detalle del uso del territorio por parte de estas aves. Esta tecnología permite también identificar si los animales marcados participan o no como ejemplares reproductores en la población pirenaica, además de facilitar su pronta localización en caso de muerte, y con ello la identificación de las causas de mortalidad. En apenas dos meses desde su captura, solo uno de los ejemplares marcados, ha resultado ser reproductor; el resto han mostrado amplias áreas de campeo a ambos lados de los Pirineos, de más de 5.000 km2, desplazándose de oeste a este entre Navarra y Andorra y de norte a sur entre Lourdes y Guara.
De hecho, uno de los problemas de conservación de la especie en el Pirineo tiene relación con la excesiva proporción de ejemplares adultos -con más de 7 años de vida- que no se han reproducido nunca, y que por tanto no están integrados en ninguna de las, aproximadamente, 140 unidades reproductoras conocidas de la especie en todo el Pirineo (en torno a 72 de ellas en Aragón). Este fenómeno tiene que ver con algo más complejo, que se conoce como densodependencia y que pone en marcha todo un conjunto de mecanismos de autorregulación demográfica en la población, que conduce al descenso de la productividad de la especie, tal y como está ocurriendo en los últimos años. El incremento en el número de adultos no reproductores es uno de esos factores que influyen en los mecanismos de autorregulación, pero también lo son otros como el incremento de la edad de primera reproducción (edad en la que un ejemplar es padre o madre por primera vez) que ha pasado de los 8 años en la década de los años 90 del pasado siglo a los más de 11 años en la actualidad, o el incremento en la proporción de unidades reproductoras que de manera habitual fracasan en su intento de reproducirse.
El equipo encargado de la captura, manejo y marcaje de los ejemplares ha estado formado por un biólogo del Servicio Provincial de Huesca, dos técnicos de la empresa pública SARGA y varios APN.
Aportación de Aragón a la conservación de la especie a nivel nacional e internacional
Desde el Gobierno de Aragón se trata de apoyar la conservación de la especie, adaptando las acciones de conservación a la información que los esfuerzos de seguimiento han ido aportando a lo largo de los años, pensando para ello no solo en el contexto regional, sino también en un contexto nacional e incluso europeo. Prueba de ello ha sido la aportación de ejemplares irrecuperables de quebrantahuesos al programa de cría europeo de la especie que lidera la Fundación para la Conservación de los Buitres (VCF, por sus siglas en inglés), o la participación en el programa LIFE + Red Quebrantahuesos (LIFE12 NAT/ES/000322) liderado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) que, a través de la incubación de huevos procedentes de parejas con fracaso reiterado en el pirineo aragonés, la cría de los pollos nacidos y su posterior reintroducción en el medio natural en el Parque Nacional de Picos de Europa, está consiguiendo más que gratificantes resultados en el intento de devolver a esta especie a los paisajes de la Cordillera cantábrica. Para este último proyecto Aragón ha aportado hasta el momento 17 ejemplares, estando a punto de comenzar una nueva temporada de intervenciones y cría en cautividad.
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