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jueves, 11 de junio de 2015

Un lince por el Alto Jalón



􀀃Un lince ibérico que fue reintroducido en Toledo recorrió durante una semana varios municipios del suroeste de la provincia de Zaragoza. El animal volvió a Soria y ahora se encuentra en La Rioja


Solo fue durante unos días, pero hace una semanas varios municipios de la cabecera del Jalón y del valle del Manubles recibieron la visita de un lince ibérico, el felino más amenazado del mundo. El animal se crió en cautividad con el nombre de Kentaro y fue liberado en la provincia de Toledo en noviembre del año pasado. Sin embargo, poco después comenzó un periplo de más de mil kilómetros que a mediados de abril le llevó hasta el suroeste de la provincia de Zaragoza.
Entró desde Castilla y León, recorrió la comarca de Calatayud y luego volvió a pasar primero a Soria y después a La Rioja, donde permanece desde principios de mayo.
Kentaro lleva un collar GPS, lo que permite seguir todos sus movimientos. Durante su estancia en Aragón, el felino transitó por localidades como Monreal de Ariza, Ariza, Cetina, Alhama, Bubierca, Torrijo de la Cañada, Bijuesca o Berdejo. Además, cuando volvió a Soria estuvo otra semana en el límite entre esta provincia y Zaragoza, momento en el que cazó y devoró un corzo.
El animal fue liberado en el marco del proyecto LIFE+Iberlince, una iniciativa europea que persigue la recuperación de la distribución histórica de esta especie en grave peligro de extinción. Se estima que en Andalucía la población actual de lince ibérico apenas llega a 325 ejemplares, por lo que a lo largo de 2014 este programa reintrodujo 18 ejemplares en Portugal, Badajoz, Ciudad Real y Toledo.

Un largo viaje por ocho provincias
Kentaro es uno de los tres linces que fueron liberados en esta última provincia el pasado 26 de noviembre.
Aunque en un principio permaneció por la zona de suelta, en enero empezó a alejarse iniciando un largo viaje hacia el norte, que le ha llevado por ocho provincias. Primero llegó al río Tajo y luego, a través de ese corredor, se adentró en Madrid, Cuenca y Guadalajara. Desde la cabecera del Tajo saltó a Soria, y fue entonces cuando pasó al Alto Jalón.
Desde hace un mes se encuentra en La Rioja, en los valles de los ríos Iregua, Najerilla y Oja, aunque también ha estado en Burgos.
«Como el animal lleva un GPS, cuando se acercó a Aragón los responsables de LIFE+Iberlince nos avisaron para que tomáramos precauciones –explica el director general de Conservación del Medio Natural de la DGA, Pablo Munilla–. Inmediatamente, reunimos a los agentes de protección de la naturaleza (APN) de la zona de Calatayud para que estuvieran alerta ante cualquier posible amenaza para este ejemplar».
Kentaro entró en la provincia de Zaragoza el 16 de abril y salió el 21 o el 22 del mismo mes. Durante esos días, se movió primero por la cabecera del Jalón y luego por el valle del Manubles. «En todo momento, los APN estuvieron pendientes de su situación graciasa la señal que emite el collar que lleva en el cuello», comenta Munilla.
Por su parte, los responsables LIFE+Iberlince subrayan que Kentaro está demostrando que el lince ibérico tiene una gran capacidad de dispersión. Tanto él como otro de los felinos liberados en noviembre en Toledo han recorrido más de mil kilómetros con desplazamientos superiores a los 25 kilómetros diarios, lo que según los técnicos demuestra que la conexión entre las áreas en las que se están reintroduciendo ejemplares es posible.
LIFE+Iberlince también destaca la capacidad de supervivencia de Kentaro y de otros congéneres.
Durante su periplo por la península, este animal se ha movido por zonas con escasa e incluso nula presencia de conejos –su alimento más habitual–. Sin embargo, los ha sustituido por roedores o incluso cérvidos como el corzo que cazó en el límite entre Zaragoza y Soria.

En Aragón ya hubo linces
El naturalista y escritor Eduardo Viñuales recuerda que el lince es uno de los tres grandes carnívoros que vivieron en Aragón, junto con el lobo y el oso. «Aunque no se sabe con exactitud cuándo se extinguió, un estudio del Instituto Pirenaico de Ecología concluyó que a principios del siglo XX ya solo quedaban linces en el Pirineo catalán –explica–. Desde entonces ha habido un goteo constante de
posibles avistamientos, pero nunca se han podido confirmar y es seguro que en todo caso serían de algún ejemplar errante, nunca por poblaciones estables». Viñuales añade, no obstante, que en 1965 en el valle del Aspe, en la vertiente francesa del Somport, se encontró un cráneo de lince boreal, una especie distinta del lince ibérico. «Entonces se calculó que ese cráneo tenía unos 10 años, lo que significa que hubo lince boreal hasta mediados del siglo XX y que seguro que esos animales también pasaban a la parte española del Pirineo», comenta este naturalista.

I. ARISTU

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2 comentarios:

  1. Esta primavera pasada tuve un encuentro en un barranco de la iberica por la zona del jalon, entre la almunia y alpartir .Como la zona es cercana y el momento creo que coincide ahora me explico lo que empezaba a dudar de mi mismo después de una visión tan clara pues fue tan inesperado como impresionante.Fui a la zona 5 o 6 veces en 2 semanas para terminar de creerme lo que había visto y volver a sentir tal emoción,sin éxito,pero estaba tan seguro de lo que había visto que lo comunique en el SEPRONA por si correspondia protección a semejante maravilla o había censo o seguimiento o suelta de mascota.
    Me impresiono tanto el tamaño que investigando por internet lo que había visto crei que era especie boreal.
    He estado todo el verano haciendo unas 30 salidas por la zona sin éxito de avistamiento pero ahora le encuentro una explicaion lógica a lo que vi. gracias

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    Gracias.

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