Un grupo de Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) realizó el 30 de junio su primera vigilancia de la temporada estival en los barrancos del Parque Natural de Guara.
El equipo se creó en el año 2011, tras un periodo de formación por parte de expertos de la Federación Aragonesa de Montaña, para afrontar las grandes concentraciones de personas en estos cursos de agua. Desde entonces 10 forestales (8 hombres y 2 mujeres) realizan labores de inspección para controlar el uso que se hace de ellos, informar al público y realizar estudios sobre su estado ambiental.
«Antes solo había un control exterior, a través de los aparcamientos cercanos a los barrancos, pero en realidad no sabíamos qué pasaba en el interior. Lo cierto es que las empresas que se dedican a esta actividad lo agradecen porque echaban en falta más vigilancia », afirma Javier Navas, uno de sus integrantes.
Aragón no cuenta con un decreto de regulación del barranquismo, pero en el Parque de Guara sí hayl imitaciones. Los vigilantes controlan el número de personas por grupo (un máximo de 8 o 10), la frecuencia de entrada (cada 10 minutos) o la equipación (neopreno, cuerdas...). Además, elaboran unas fichas sobre el estado ambiental de los barrancos. «Hemos sacado basura, pero menos de la esperada. Las afecciones a la fauna y a la flora se verán con el tiempo », comenta Navas. M. J. V.
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