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Las unidades helitransportadas, junto con las cuadrillas, juegan un papel muy importante a la hora de acometer las labores de extinción de los incendios. Debido a la operatividad del recurso aéreo es el principal elemento que interviene tras un aviso de fuego.
Estas unidades tienen una estructura singular, cuyo objetivo es ser los primeros en acudir ante cualquier contingencia. La rapidez es su principal argumento de trabajo y para ello entrenan diariamente los distintos conceptos que deben aplicar al recibir un aviso.
Tiempos de adiestramiento y formación continua abundan en las jornadas de trabajo, pues estar familiarizado con todos los materiales e instrumentos es básico para desarrollar con eficacia la labor. Preparación práctica con los distintos vehículos y con la autobomba; con helicóptero también se realizan prácticas con el fin de agilizar al máximo los movimientos a ejecutar.
Además, es importante cuidar la alimentación y la forma física de cara a mantener un tono corporal adecuado a las exigencias de la actividad. Hacia ello va encaminado la parte física que también se trabaja en el plan de entrenamiento físico y estratégico. A diario realizan ejercicios físicos, preparación psicológica o el mantenimiento de valores, dentro de los cuales destaca el crecimiento en cualidades de equipo como el compañerismo, la cooperación o la confianza, abundando en el trabajo en equipo.
Alcorisa y Peñalba son dos de las unidades helitransportadas con más incidencia en la intervención en incendios, pues por su ubicación geográfica son requeridas con mayor frecuencia, ya que la disposición estratégica permite su aproximación en menos tiempo que otras unidades al resto del territorio.
Así, las unidades helitransportadas deben reunir elementos humanos con recursos, capacitación personal y profesional (con número de horas de vuelo acreditadas y con experiencia en incendios forestales). Lo mismo debe suceder con los sustitutos, bien por baja o ausencia de los titulares.
Todos deben atenerse a la normativa vigente en materia laboral, de prevención de riesgos laborales y de aviación: particularmente, a los preceptos derivados de la Ley de prevención de riesgos laborales y a las circulares y recomendaciones emitidas por la autoridad aeronáutica, en lo que refiere a períodos de trabajo y descanso de tripulaciones.
Durante las diversas épocas de activación de medios aéreos, en cada una de las bases, deberán encontrarse un piloto y un técnico de mantenimiento durante 10 horas, (desde las 10:00 a las 20:00 horas, modificable según la hora de orto y ocaso a criterio de la DGGF) de manera permanente.
Además del horario presencial, las tripulaciones deberán estar disponibles, desde el "orto a ocaso", de forma que puedan acceder a la base en menos de treinta minutos. El resto del tiempo (durante la noche) deberán estar localizables.
En los días de riesgo elevado, o bien de incendios activos desde la jornada previa, y a criterio de los técnicos coordinadores de guardia, se podrá modificar el horario de apertura de la base, adelantando o retrasando respecto al establecido por defecto.
Las 10 horas continuas de jornada de trabajo o permanencia en base, se extenderán para los 7 días de la semana y para todas las bases, durante todo el calendario de activación. Para ello, se dispondrá del personal necesario para cubrir tal dedicación y respetar los períodos de trabajo y descanso.
APN’s
Uno de los elementos fundamentales en todo incendio son los Agentes de la Protección de la Naturaleza que, por su autonomía y posición estratégica en las actuaciones de los incendios, son la pieza sobre la que descansa buena parte de las decisiones que se toman a pie de campo.
Por su importancia, requieren de unas características específicas que marcan el perfil adecuado para el puesto. Así, el talento analítico y técnico son dos cualidades esenciales que hacen que su cometido sea todavía de mayor interés para las tareas a realizar; además, deben ejercer un liderazgo y control pujantes desde el principio hasta el fin. De ello depende que la toma de decisiones sea adecuada. Es por ello que, en la selección del personal para las cuadrillas helitransportadas, se busque a personas dinámicas con desarrollo de un trabajo estructurado, organizado y eficiente, con visión del cálculo de riesgos potenciales, con comunicación directa y sincera. Exigente en el cumplimiento de un trabajo de alto nivel y calidad.
El propósito central del cargo se establece en el desarrollo de ideas y sistemas nuevos, así como también del análisis y mejoramiento de las funciones que ya se desempeñan; por tanto se espera un alto nivel de práctica y la aptitud para detectar y corregir errores, concentrándose siempre en el cumplimiento del objetivo, con la exigencia de un óptimo nivel de calidad, tanto por parte de los compañeros de trabajo como de los subalternos.
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