El Juzgado de lo Penal de Huesca ha condenado a tres hombres a pagar multas de 2.400 euros por la caza furtiva de una treintena de aves protegidas en el municipio de Aínsa (Huesca) y a indemnizar con 3.300 al Gobierno aragonés. La sentencia, hecha pública ayer por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, considera probado que los tres acusados, a los que el juez prohíbe cazar durante 3 años y 6 meses, se pusieron de acuerdo para capturar pequeñas aves con cepos.
Los hombres, condenados por delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, fueron sorprendidos por unos agentes forestales con 23 cepos y 33 aves muertas, entre mirlos, zorzales charlos, alirrojos y comunes, colirrojos tizones y petirrojos.
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